Bardot se convirtió en una estrella internacional tras su actuación en la película And God Created Woman (1956), que la consagró como un símbolo de belleza, sensualidad y liberación cultural durante las décadas de 1950 y 1960. A lo largo de su carrera cinematográfica participó en más de 40 filmes, consolidando su lugar en la historia del cine francés y mundial.
Nacida en París en 1934, Bardot también desarrolló una carrera musical y, tras retirarse de la actuación en 1973, dedicó gran parte de su vida a la lucha por los derechos de los animales. En 1986 fundó la Brigitte Bardot Foundation, con la que impulsó campañas contra el maltrato, la caza de focas y la experimentación con animales, ganándose reconocimiento internacional en ese ámbito.
En los últimos meses, la actriz había enfrentado problemas de salud que requirieron hospitalización y una cirugía, y su estado era considerado delicado por allegados y medios franceses antes de su fallecimiento.
Más allá de su carrera artística, Bardot fue una figura compleja cuya vida estuvo marcada por controversias públicas y opiniones vehementes sobre temas sociales y políticos, que generaron debates y polarización en diferentes momentos de su trayectoria.
Su muerte marca el final de una era para una de las actrices más influyentes e icónicas del cine europeo, cuyo impacto cultural trascendió su trabajo en la pantalla grande y se extendió al activismo y a la escena pública mundial.